jueves, 7 de febrero de 2008

Ayer fue miércoles de ceniza...


Aquí en México, el día en que se empieza la cuaresma se le llama “miércoles de ceniza”. Con las palmas del domingo de ramos del año pasado, los curas las queman y con la ceniza negra resultante, hacen una cruz en la frente de los creyentes que fueron a la misa del miércoles. Hasta aquí todo parece aburrido, pero en mis años de estudiante de colegio de pingüinos (monjas, o según las monjas “religiosas”, porque ellas no se enclaustran) me di cuenta que los pecados no se limpian con la cenicilla, ni con el agua bendiga que se utiliza ni con el uso de los rosarios tan barrocamente adornados en muchos casos. Es más, aquí en México todos los viernes de la cuaresma no se come carne roja ( y a veces ni la de pollo), ni en semana santa ( y en semana santa hasta ayunan), a según porque es un sacrificio que se le ofrece al Señor. Otros dicen que porque se comen el cuerpo de Cristo (o sea, que Hannibal comería carne a grandes cantidades en esa fecha). Yo digo que mayor es el sacrificio el comprar las verduras y el pescado que ya empieza a subir de precio, además que bueno, Jesús nos pide misericordia y no sacrificios.

Volviendo al tema, me di cuenta que las personas tratan a la ceniza negra como si de polvo de oro se tratase. Lo digo porque después de jaretearse 40 minutos de habla del cura y cantos en voces rompe tímpanos, además de gimnasia comunitaria (de pie, pueden sentarse, de rodillas, etc), las personas se ponen en una fila para que el cura les marque la crucesilla, que muchas veces solo se distingue una mancha deforme, les dice “del polvo eres y al polvo volverás”(¿Y los que se ahogan y no encuentran, padre?-Pues te vuelves barro hijo mío.) y se salen de la iglesia, eso sí, con la frente bien en alto como si le hubieran incrustado un diamante. Y no te lo toques, ni te lo laves, porque tienen que ver que ya tomaste la ceniza y tu pecador aun no lo has tomado!!!!

Yo digo, para limpiar el pecado de algunas personas no les basta la manchita, si no que se empanicen de ceniza, y después que se bañen en agua bendita, eso si antes esas cosas no les provocan quemaduras de tercer grado por lo entregados que son en asuntos pecaminosos.

Yo por fortuna, me olvide de la ceniza, de aguas benditas y de ostias (que bueno, nunca comulgue porque no hice mi primera comunión, aunque si presencie muchas veces como las “niñas” mas pijas y putas de la clase comulgaban con las manitas unidas y con cara de hermanas de la santísima inmaculada concepción del sagrado corazón de Maria de las carmelitas descalzas, al terminar la misa, enseñaban las tetas con la camisa desabotonada y el culo con las falditas mas cortas que un taparrabo). Me convertí en una cristiana hippie (que no tengo denominación para que luego yo no de mal ejemplo).

Por lo menos, no me convertiré en una señora santurrona como muchas.


1 comentario:

Anónimo dijo...

xD ciertamente tienes razon, hay personas que en realidad no hay muchas personas que respeten su religion y dicen orgullosamente ser de X religion...

un saludo para la elfitaprsicopata=D